martes, 29 de marzo de 2011

Entrevista a Marco Barrera Bassols.

Marco Barrera Bassols Museólogo y museógrafo

Actualmente Asesor en Instituto Internacional de Estudios Avanzados en Museos / USC, UNAM. (Artes y cultura) Cuauhtémoc, Distrito Federal. México

Profesión:

Licenciado en Historia por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Especialidad: planeación, diseño, producción y montaje de Museos y exposiciones Museólogo, museógrafo e historiador. Actualmente es director curatorial del Museo Virtual de la Música Mexicana. Presidente fundador de la AMProM. Profesor de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Cerámica, La Esmeralda. Ha sido director del Museo de Historia Natural de la Ciudad de México y subdirector del Museo Nacional de Culturas Populares. Socio de Museográfica, S.C. Responsable Sección Proyectos y Asesor . Revista M, Museos de México y del Mundo

Cuenta con una larga trayectoria de asesoramiento y coordinación en el ambiente museístico y académico nacional e internacional.

http://www.unyk.com/es/id/marco-barrera-bassols-museologo-y-museografo.

http://www.amprom.org.mx/

8 octubre 2009

Buenos días

Silvia: Muchas gracias por recibirnos. Te entrego una Revista Diacronías en nombre de la Asociación Palabra de Clío. Esperamos sea de tu agrado.

Conociéndote, se que estás muy adentrado en el tema de los museos, es por eso que me interesa tu opinión acerca de la importancia de los museos en la difusión de la historia.

Marco: Los museos, más en nuestro país, el museo de historia, el de antropología, son los que más se desarrollaron durante el siglo XX, casi hasta finales del siglo XX. Pues son museos que tienen que ver con una necesidad del estado de firmarse y de firmar una identidad, como bien sabes, patrimonio arqueológico, patrimonio histórico, sirvió para reafirmar la identidad nacional y esto comenzó desde el siglo, desde antes del siglo XIX, a prefigurarse en el XVIII. Ya después de la Independencia con la constitución del museo mexicano primero y ante todo existió como base decreto ya después con la creación del museo nacional, se va a ir configurando, a diferencia de otras identidades, que quedaron pendientes, como la diversidad biológica.

Silvia: entonces el gobierno más bien lo utilizó para una formación de identidad nacional.

Marco: Así es, son instrumentos que utiliza el propio gobierno para dar, para generar esta identidad, esta conciencia social, entorno a ciertos hechos, alrededor de cierto patrimonio. Ahora, esa función, la anterior, ya que estamos en un momento interesante, un momento de quiebre de crisis, los momentos sierre están en crisis, siempre están cambiando, porque antes de la crisis financiara internacional el desarrollo de la economía neoliberal de todos estos mecanismos habían venido restándole fuerza al estado y el estado había dejado de estar financiando, de hacerse cargo realmente de todas las actividades culturales y eso lo podemos ver en particular en el caso de los museos con esta idea de que hay que hacer rentable la cultura y que significa hacer rentable la cultura hasta el momento ha significado que grandes patronos con intereses empresariales, corporativos, que aportan sus recursos para los museos comienzan a involucrarse en la concepción y a determinar el tipo de historia y el tipo de mensaje que se está transmitiendo. Esto va a hacer crisis muy pronto por algunos proyectos que se están creando en el país, con gran ingenuidad, gran ignorancia, no hay cuerpo académico en representación, por ejemplo, historiadores, antropólogos, sociólogos. El modelo en el que nosotros crecimos en el que el estado, a través del Instituto de antropología y de otras instituciones, iba marcando la pauta de que se tenía que comunicar, eso comienza a hacer crisis. Pero también…….. es crisis el hecho de que fuera el INHA, desde el centro del país el que dictara que se comunicara, eso tenía otras consecuencias, en realidad los museos regionales no eran más que una copia del museo nacional con una visión centralista y realmente la historia regional quedaba en un segundo término, como algo anecdótico que ayudaba a entender lo que la historia nacional, la gran historia nacional quería expresar.

La de cuantos millones de niños han pasado desde los años cincuenta hasta la actualidad por los museos te das cuenta de la importancia. Más allá de que en México comenzamos a profesionalizar los servicios educativos de los museos, también, desgraciadamente ese aspecto de que en los museos hay gente muy creativa y muy innovadora y que siempre esta buscado nuevas formas de atender a los niños y expresarse, se ha burocratizado, se ha burocratizado con la relación que hay entre la SEP y los museo. La SEP quiere imponer la currícula a los niños y quiere escolarizar a los museos cuando la realidad en el mundo hay una tendencia a desescolarizar los museos y los museos no son la escuela, es una educación no formal y por lo tanto tiene otros mecanismos de comunicación . Nadie en su sano juicio va a pensar que un niño que pasa por el museo va a salir siendo historiador, no se va a aprender, se va a asombrarse, se va a estar en un espacio en el que los objetos y la forma en que estos son expuestos pueden producir inquietud, pueden generar dudas, te pueden provocar y a lo mejor acaba siendo historiador pero esto es muy distinto, puedes generar vocaciones, puedes crear debates, crear una serie de reflexiones, pero su función no es la de aprender, entonces esta circunstancia también ha ido deteriorándose de tal grado que la mayoría de los museos tiene servicios educativos con estudiantes haciendo su servicio social y no se ha dado el siguiente paso de profesionalización de un servicio educativo, de tal grado que se la pasan capacitándoos gente que a los tres meses y vuelven a capacitar y es un cuento de nunca acabar y los servicios no mejoran. Esta relación de la SEP y los museos, la falta de profesionalización y este abandono del estado de sus responsabilidades en materia de educación y de cultura se está generando en este momento y tiene que ver con esta crisis de la que yo hablo. Sin embargo, al mismo tiempo, a la vez que sucede esto, gracias a la tradición mexicana de la museografía de incorporar aspectos didácticos a la misma desde los años treintas o antes, eso se ha mantenido y eso es una característica de nuestra visión museológica y de nuestra práctica museográfica, a tal grado de que seguimos incorporando a los artistas, seguimos preocupándonos por los aspectos didácticos y pedagógicos de los discursos, introdujimos tecnología, antes que muchos lugares en el mundo empezamos a introducir sistemas de computación, nosotros, en el caso particular de mi experiencia con Museográfica, empezamos a incluir aspectos que tenía que ver con métodos o algunos tipos de exhibición o museos de ciencia los empezamos a incorpora a los museos de historia. Nosotros siempre sostuvimos que la interactividad era… que observar es interactuar, que la manera en que sea ha encausado la idea interactividad es una idea de moda y que hay que tener mucho cuidado, sobre todo en un mundo en que la información y los sistemas de entretenimiento están saturando la capacidad de absorción de información de los niños y los están mal educando en el sentido de que están de dejando de aprender a observar, desde luego, en relación de que pase por otros sentidos y no necesariamente por el mecánico, el tocar, y apretar o mover una palanca, eso no garantiza absolutamente nada , ahí no hay garantía de aprendizaje. Pues bueno, eso también está pasando además a nivel mundial en el campo de la museología, hay otra discusión sobre este tipo de situaciones y bueno entonces nuestro trabajo consiste también en dosificar todos estos medios en el discurso que nosotros queremos trasmitir y no generar, no crear una sala de juegos de entretenimiento, es también una tendencia a buscar la unión entre entretenimiento y educación, entretenimiento y cultural, en Estados Unidos le llaman edutreainment. Tiene muchos peligros ese movimiento. Hay que tener mucha equidad, porque yo respeto mucho el papal del papalote que ha cumplido en este país, pero para mi eso no es un museo es una sala de juego, es una sala de juego en donde además el mensaje está oculto y el mensaje es un logo. Lo que le está trasmitiendo al niño es que hay empresas atrás de todo. Es el único museo del niño, que yo conozco en el mundo, en el que salen los niños a comer chatarra, el final de la visita es comete una hamburguesa, comete unas papas, comete un gansito. Me parece verdaderamente desastroso. Y durante todo el recorrido, por más aparatoso, y por más high tech que pueda ser la exhibición, lo que se están llevando los niños es que este es un mundo corporativo controlado por las corporaciones que la ciencia está al servicio de esas corporaciones y no de la sociedad. Entonces si hay, desde mi punto de vista, corrientes de pensamiento, corrientes de reflexión que hacen que la gente reflexione y que nosotros nos hacemos responsables del diseño de la planeación o de la gestión de los museos, tenemos que tener mucho cuidado. Ahí está, la historia ahí está metida, es parte de este juego, hoy no hay una guerra fría, aunque hay una guerra oculta, pero no hay una guerra ideológica como la había durante el imperio de la guerra fría. Hoy se esta repartiendo el pastel del mundo, las grandes potencias que nos inclinas su discusión ideológica. La discusión ideológica, además se vino todavía más abajo con la crisis financiara, porque el modelo neoliberal ya dio de si ya mostró cuales son sus problemas. Entonces ahorita va haber un momento muy interesante en que yo creo que vamos a ver nuevamente cambios, en la actitud de los estados hacia la educación y hacia la cultura. Vamos a volver a ver como países como Francia vayan a recupera ese estatus que tenía de países inversores en la educación y en la cultura. Y nosotros que estamos aquí a lado de este otro modelo que se tomaba como cierto y que estábamos entre Europa y Estados Unidos, a ver que, vamos a tener que pensar y revalorar el papel de estas instituciones.

Silvia: Ahora bien: Nos dijiste ahora, cuales son las funciones de los museos en la sociedad, por lo que acabamos de determinar. Una de las preguntas que nos interesaría saber es ¿cómo el museo forma parte importante o importantísima del saber histórico. ¿ cómo es que aborda el museo el saber histórico para trasmitirlo a la comunidad o a la sociedad?

Marco: primero que nada el museo es un depósito, es un depósito en el que se procura la conservación del patrimonio, pero la visión del patrimonio ha cambiado muchísimo, de la conservación del patrimonio material

Raymundo: Por ejemplo, mira, eso es una parte substancial también que sería importante de responder. Por ejemplo, Porfirio Díaz funda el museo, que después pasa a ser el museo de antropología con todas las pieza, pero no era más que un,

Marco: viene de antes

Silvia: pero él lo conforma ya durante el bicentenario

Marco: y esto, él divide las colecciones cada capitulo de historia natural, el saber

Raymundo: a eso voy, historia natural, antropología y arqueología. Entonces son depositarios de saberes históricos, al separarlos, como nos transmiten estos museos el conocimiento que tienen como depositarios.

Marco: Para mi, todo eso tiene que ver con la historia del conocimiento, con la historia de la percepción, hemos ido cambiando la manera de ver y emprender el mundo. Y tiene que ver, la mayoría de los museos en el mundo con una raíz dieciochesca, que viene del siglo XVIII y son positivistas, la ilustración, los que marcan estas formas de organizar, acumular y de representar los conocimiento y el patrimonio, pero eso también está cambiando, entonces así como cambian la concepción del patrimonio, ya no se trata sólo de conservar el patrimonio material, sino ahora también el inmaterial, y eso hace un cambio enorme, la responsabilidad del museo es mayor, los mismo esta pasando con el conocimiento, el conocimiento se esta de logrando cada vez mas de manera diferente, ya no es disciplinar, ya hay cada vez mas visiones, primero interdisciplinas, después multidisciplinas y ahora es transdisciplinar, cosa que en este país casi no se hace y no se…, cuesta mucho trabajo llegar a una cosa transdisciplinar. Sí, y tenemos una academia muy conservadora muy abrazada en ese sentido. Entonces, eh… Te puedo contar dos ejemplos específicos cuando yo trabaja en el Museo de Cultura Populares propuse hacer una exposición sobre el son , hicimos una exposición sobre el son jarocho. Cuando yo se la propuse a mi jefa que era Cristina Pallares, me dijo: estás loco, pero cómo vas a exponer la música, no… si es inmaterial eso será una exposición de instrumentos musicales, nosotros tenemos la opción de la música, esto venia paralelo al desarrollo de la tecnología, la tecnología me permitió hacer una exposición de música. Fue la primera exposición de música en este país el la que el sujeto, el objeto, este… Por lo que la gente iba a ir, era a escuchar, no iba a ir a ver objetos digamos y nada más, porque además los instrumentos musicales son un instrumento, una extensión del cuerpo humano para crear. Puede tener su valor por si mismo, puedes compararlos, puedes analizarlo, entender las técnicas con las que se hicieron, la tecnología que hay detrás, puedes hacer la historia del mundo a través de un instrumento, pero no era éste el propósito, el propósito era hablar de una cultura alrededor del son jarocho y la implicación que esa cultura tenía, tiene en nuestro país. Que además casi en ese momento se estaba casi extinguiendo el son, y nosotros empujamos con esa exposición el renacimiento de una corriente que hoy hay más de setecientos grupos de son jarocho, en ese momento no pasaban de sesenta, Este, si hay un movimiento cultural y nosotros intervenimos con la exposición para darlo a conocer e impulsarlo.

Silvia: Entonces, también es promotor de la continuidad de una cultura

Marco: Claro, claro. Hoy ya no es un museo pasivo, solamente de transmisión de conocimiento, es una institución activa que tiene relación con sus públicos, que los puede aglutinar, que los puede convocar, que puede crear clubes de observadores de aves, de mariposas, de conservación de patrimonio. Es una agente activo, si se sabe conducir, por ahí, puede sino ser una caja llena de objetos aparentemente de mucho valor pero que si no hay publico es tal y como si no hubiera nada.

Raymundo: Hay que darle vida al museo.

Marco: Claro. Bueno, el conocimiento cambia y la manera de acercarse al conocimiento cambia. Por ejemplo, estamos por hacer el nuevo museo de historia natural, hacer un nuevo museo de historia natural en el siglo XXI no puede ser igual a como se hacían en el siglo XVIII, no, ya no vas a tener la sala de mineralogía, de paleontología, por qué, porque el conocimientos ya, esa manera de separar las cosas, la realidad no es así, y los biólogos, y los ecólogos, hoy trabajan con físicos, trabajan con antropólogos, trabajan con muchísima gente para entender doctrinas

Silvia: Es el trabajo transdisciplinar

Marco: Así es. México es un país muy especial, porque es el quinto país más diverso si sumas su diversidad biológica, su diversidad cultural. Y es el cuarto más diverso desde el punto de vista biológico, entonces está riqueza donde está, donde la ves. No tenemos un museo de antropología para mostrar esa riqueza. Ese, ese va a ser el papel de este nuevo museo. Pero la naturaleza no está separada del hombre como la vimos durante muchos años. Porfirio Díaz separó esas colecciones. Que en Estados Unidos te encuentras museos de historia natural que al revés que aquí tenían áreas culturales donde mostraban a los indígenas junto con los dioramas de los leones y vamos, elefantes, no…, entonces estaban los africanos, los indígenas junto con. Porque era tradición también distinta en la que el hombre, occidente tenía sus museos de historia, de arte y el resto estaba junto con la naturaleza porque no alcanzaban a ser realmente humanos

Raymundo: Es un concepto anglosajón, claro, la conquista.

Marco: Hay toda una concepción atrás muy interesa. Aquí , en cambio se divide, por qué, porque nosotros tenemos un eh…. una influencia mayor francesa y nuestro país a partir de, de, piensa, desde 1790 se funda el primer Gabinete de Historia Natural en la ciudad de México, en la que hoy es calle de Madero. Ese primer Gabinete, lo funda un expedicionario que mando, eh, los Borbones, un grupo de expedicionarios. Van formando una colección conforme van recorriendo el país y la dividen en dos, una se va a España y la otra se queda aquí y se funda el Gabinete de Historia Natural. Antes que… (llamada telefónica).

Marco: Entonces, en que estábamos. Eh…, a… que vienen estos señores y fundan el primer Gabinete y… el Gabinete se queda por allí, estos hombres se preocupan por el movimiento de Independencia, cierran el gabinete, lo pasan, lo trasladan a Palacio Nacional, se lo dan a la universidad y la universidad lo mantiene hasta que se funda el Museo Nacional y se pasa al Museo Nacional, entra Munal. El museo llega a tener esa colección desde 1790 a 1900, llega a crecer una barbaridad, llega a tener 100,000 ejemplares. Y les cuento todo esto, porque les va a dar idea de muchas cosas, entonces llega a tener 100,000 ejemplares, tantos como tenía el British Museum el recientemente inaugurado museo en Nueva York. Este museo se fundará antes que ningún otro museo. Este es el gabinete más antiguo de todo el continente y llega a tener una Collection enorme. Hoy día, el museo de Historia Natural tiene 58,000 pieza, el British Museum tiene millones de especímenes

Silvia: Pero porque se ha seguido invirtiendo en el desarrollo del museo y aumentando sus colecciones.

Marco: El riesgo aquí vino, o sea, ésta necesidad de afirmar la identidad nacional a través del acervo arqueológico, lo histórico, puso todo el acento allí. Se revivió todo lo histórico, no… Esto es muy importante entenderlo y verlo lo mismo sucede con el arte, en México no hay grandes colecciones, hasta hace muy poco tiempo empiezan los coleccionistas a adquirir obras de arte universal, antes, antes estaban centrados en las corriente mexicanas, en el nacionalismo. Si hay claras líneas de desarrollo de los museo y de el uso que hacen del patrimonio. En cambio, estos megalópolis, concentran cantidades enormes de patrimonio global, si me explico, nosotros estando en la periferia nos quedamos viéndonos a nosotros mismo y nos olvidamos de lo que existía alrededor y además nos partimos a la mitad, y dijimos lo que importa es la historia lo que importa es lo arqueológico, lo que… y nos olvidamos de todo lo demás.

Raymundo: Y aparte que se promovía un nacionalismo. Esta es nuestra identidad, este museo arqueológico nos identifica con nuestras culturas anteriores.

Marco: Así es.

Silvia: Entonces este nacionalismo nos llevó a descuidar el desarrollo de los museos.

Marco: Sí, y a la vez, a final de cuentas acabo de ser un discurso hipócrita porque esas mismas naciones, esas mismas civilizaciones que crearon esa riqueza, son las mismas que están ahorita, nada más que su historia no cuenta. La Historia arqueológica, y lo puedes ver en el Museo de Antropología, tiene la parte arqueológica y luego las salas de arriba, la etnografía, y la etnografía no tiene historia, entonces, dejamos a esos creadores de esas grandes civilizaciones, les quitamos la historia. Siguieron en concisiones paupérrimas, olvidados a vivir en las montañas, sin acceso a los recursos , sin posibilidades de desarrollo y nos revienta en ‘94 todo el problema indígena, y dices bueno , que sí tienen historia, los museos se han encargado de negarlo, los museos se han encargado de hablar del esplendor prehispánico en Hawai, como folklore, y así viven ahora no, en una choza, es una visión bastante pobre, tan es así que curiosamente en el Museo de antropología la escalera que te llevaba al segundo piso iba al revés del sentido del publico. La misma cantidad de metros cuadrados que hay de superficie en las exposición arqueológicas hay en etnografía y no es visitada nadie las visita. Fíjate como los museos son instrumentos que también reflejan las situaciones del poder… Eso eh… se olvidan de que México tiene firmados convenios internacionales con el ICOM, que hay un código ético, que el museo no puede tomar partido, que el museo tiene que procurar hacer una exhibición lo mas objetiva posible y estar revisando su discurso.

Quizá hoy el museo de historia debería ser mas abierto, y a diferencia del museo nacionalista, y unidimensional en el que estado decía la historia es ésta y se acabo, debería de abrirse a presentarle a la gente las distintas versiones y que la gente sea la que decida.

Raymundo: Podemos pensar que el museo en alguno de su rasgos aun conserva algo de positivismo, porque está diciendo que esto es porque es.

Marco: Claro, por supuesto, claro es una catedral es un templo laico en el que se esta imponiendo una visión, cuando debería de abrirse a mostrar las distintas versiones y que la gente decida cual es la que quiere tomar. Yo quien soy para imponerle a la gente una visión, me entiendes. Por ejemplo, te hablo del origen de la vida, en el mundo hay cinco o seis hipótesis contemporáneas sobre el origen de la vida, pero también hay mitos, también hay leyendas y también hay religiones. Un museo no debe de decir y el origen de la vida es este porque además en quince minutos va a cambiar la hipótesis ya habrá una nueva y eso se va hacer viejo en quince minutos en los museos. Lo que debe de hacer es decir esto es lo que la ciencia esta proponiendo, todas hipótesis, las tesis mas importantes, esto es lo que los mitos nos dicen, esto lo que la religión dice, este es un museo de historia natural donde vamos a poner mas énfasis a estas visiones científicas pero sin negar la existencia de lo otro.

Raymundo: Porque a fin de cuentas existe dentro ……. humanos.

Marco: Y como en … a nosotros ahora en este museo va a ver muchas obras de arte, junto con especimenes naturales, junto con una gran cantidad de elementos de comunicación, porque el arte es también otra manera de aproximarte a la realidad,. Nosotros no podemos crear una visión del mundo sin el hombre, no… Mira como hicimos el Museo, te acuerdas, de Villahermosa que termina, ese museo termina con la planta de maíz, empieza con el origen del universo, el origen del Big Bang y llega hasta la planta del maíz. La evolución del hombre y la planta de maíz. Esto es lo que vamos hacer, la sala sobre la diversidad de México, el núcleo central de la sala de la diversidad de México, es el maíz.

Silvia: Llegando a esto, con tu experiencia ya habías formado una asociación- Terminó esa asociación, alguien tiene en determinado momento que dar credibilidad al museo y dar su aprobación.

Marco: Mira, desgraciadamente, nuestro gremio, es un gremio muy acomodativo. Porque como muchos de nuestros los colegas, alguien tiene que ser director de los museos, tienen que ser contratados por los gobiernos y pues no les gusta patear el pesebre. Pero tampoco les gusta, y no hemos aprendido y en eso siento que desgraciadamente nuestro gremio no ha avanzado y que será y va tener que ser pronto, la profesionalización del gremio que implica una autonomía, implica la capacidad de ser critico y el tener una mirada más allá de tus compromisos personales con una institución, entonces es, cuando hay que ser críticos, cuando hay que poner los puntos sobre las is, yo lo podía hacer porque yo no tenia ninguna liga con ninguna institución, directores y demás y me contratan los gobiernos para diseñar sus museos, pero eso es distinto, yo tengo una libertad para decir lo que opino que desgraciadamente otros colegas no y entonces cuando ya se vienen estas cosas y si se la apoyas en la nariz y le dices, haber maestro no te puedes quedar callado y prefieren quedarse callados porque su plan era política, porque ellos están avanzado, por tratar, donde quedo la autonomía, donde quedo el profesionalismo, donde quedo la integridad de un gremio, pues, no hay manera de hacer gremio. Entonces yo siento que en mi periodo entra esa posibilidad de pensarla, de tener presencia, de tener, de estar marcando los medio, de expresar nuestra opinión, nos opusimos a la ley de cultura, nos opusimos a muchas cosas, señalamos muchos aciertos también, íbamos avanzado en ese terreno, pero en este período, se hizo más…. ahora no pasa nada, nadie opina nada y nadie dice nada, bueno, hay colegas que si, que si lo seguimos haciendo, seguimos hablando y seguimos opinando pero, este, pero esa es la verdad, es un momento, pero a la vez es un momento que ese cuento ya quien se los cree. O sea, con esta crisis financiera, mundial y esta recesión que se viene y tantos problemas que se vienen, quien cree en el progreso, quién cree que todo lo que el mercado dicte nos va a llevar al paraíso, Esta situación es una situación importante, interesante porque va a hacer que cambien muchas cosas.

Silvia: Si tiene que cambiar, igual que está sucediendo en la educación, todo lo que era movilidad social por medio de los estudios ha dejado de ser, ya los jóvenes ya no lo creen así, entonces muchos de ellos van obligados al museos para obtener una calificación, se tiene que buscar otra manera de acercar a la gente a los museos.

Marco: Si hay mucha gente trabajando en eso, trabajando en nuevos modelos de servicios educativos de relación entre los jóvenes, los niños

Ray: Esta, nuevamente la institucionalización de ustedes como museógrafos-historiadores con didácticos de la historia o pedagogos de la historia. Esto nos lleva a una pregunta más. ¿Qué requerimos para que un museo de historia, las personas se acerquen a él y adquieran un conocimiento, un conocimiento histórico, si su temática es histórica

Silvia: Bueno, Al final de cuentas se van a seguir haciendo museos separados, de ciencias naturales, de geografía, de historia…

Marco: Si claro. No creo, no creo, yo creo que la tendencia ahorita es a la confluencia del conocimiento, por ejemplo hay ya en Lyon, en Francia un primer museo que se llama el Museo de la Confluencias y es un museo que tiene colecciones de historia natural, que tienen colecciones de arte, que tienen colecciones… Está integrando todo, la tendencia va a ser esa. No lo campos a ver en los próximos 50 años, no va haber museos del conocimiento en todo el mundo. Van a empezar y van a entrar en crisis muchos modelos acartonados de museos súper especializados, tienen que abrirse, tienen que cambiar, de hecho, creo que eso, eso ya no puede ser, Esa discusión la tenemos ahorita con el museo de Historia Natural ya no podemos hacer un museos como en el siglo XVIII.

Silvia: Igual sucedería en un mueso de historia.

Marco: Lo mismo va a suceder. lo mismo sucede.

Silvia: Si hablas de un museo de historia en específico una etapa, lo mismo va a suceder en ese proceso histórico, va a estar ligado con mucho más eventos.

Marco: Mira. Además, desgraciadamente, por ejemplo, esta gran cantidad de dinero, de recursos, que se invirtió en el Castillo de Chapultepec para hacer un nuevo museo nacional que además se queda con hueco histórico del siglo XX enorme. No hay siglo XX. Que va a tener que resolverse el problema en algún momento dado. Nadie esta formando las colecciones del siglo XX, un hueco enorme. Porque hay un hueco en la ley, en la ley de monumentos, en la ley orgánica del INAH, en la de Bellas Artes, hay huecos y nadie las está llenando, ni siquiera eso están haciendo las autoridades. Es pensar, no es hacer grandes obras, es cambiar las leyes para que ese patrimonio se proteja, ni eso están haciendo, pero bueno, con independencia de eso, para mi lo mas triste es que ese museo con esos recursos no se abrió a la sociedad y yo he hablado con los directores y no entiendo por que tienen un “Server”, una computadora que ocupa un cuarto de este tamaño y esa computadora no esta al servicio de la sociedad, no entiendo porque la gente no puede contribuir a hacer la historia, no. Ahorita en otro proyecto que estamos haciendo les propusimos lo mismo, es un museo de sitio, en una expenitenciaria, se trata de contar la historia del celular, etc. Les decíamos un scanner, una computadora es suficiente para que el museo convoque a la sociedad a hacer un archivo y una nueva historia. Y yo te aseguro que si tu lo haces van a ir miles de gentes a llevarte las fotos que tienen guardadas en su casa, el documento. No se trata de que te lo regalen, no. Tu llegas ahí los escaneas, va a un archivo y ese se vuelve un fondo con el cual el museo va a estar cambiando.

Raymundo: De la vida cotidiana, es muy importante.

Marco: Bueno, lo estamos viendo, nosotros queríamos que estuvieran los instrumentos de trabajo, eso no, son cosas de nacos, no, lo que quieren son piezas de plata, toda una burguesías acartonada, mal educada, ignorante, prepotente.

Raymundo: La vida cotidiana te va dar valores impresionantes para formar un museo.

Marco es un momento complicado, pero tu dices, un museo como este con esos recursos que tienen porque no abrió

a una convocatoria porque no tiene un museo virtual en el sentido, no de la visita a las salitas que eso me parece bastante ridículo. Sino crear un museo virtual en el sentido de hagan chivos virtuales donde la gente pueda participar y pueda engrosar y alamar una historia que nos han contado.

Raymundo: Tocaste un tema muy interesante hace un momento para trasmitir el conocimiento histórico dentro de un mueso, historia oral completamos con historia de la vida cotidiana. Si tienes la imagen de la foto del abuelito de la señora y ella te puede decir lo que hacia el señor y tener los instrumentos de trabajo de la persona de la fotografía. Es un documento impresionante, porque tienes una imagen, una voz, y al mismo tiempo estas escuchando, viendo y tal vez interactuando.

Marco: Estás comunicando algo que es muy importante que es que la …historia y la…

Marco: Si reconoces que la memoria está… dejas de fechitizar a los objetos, entonces ya, si que bueno que haya una pieza de plata, reconoces la habilidad y el trabajo de la gente, pero ya no es un objeto sagrado, es parte de la vida de todo de lo que se mueve en este mundo y es tan importante como la memoria de la gente, y ya vez, con todo no han podido con lo del petróleo y porque no han podido, por la memoria de la gente, esta mas viva de lo que quieren, por eso no quieren educar, por eso no quieren invertir en cultura. Porque saben que eso le abre la cabeza a la gente, la hace pensar.

Raymundo: Y el problema es que la gente piense, eso es un grave problema y si la gente piensa cuidado con lo que piensa, mucho, mucho cuidado.

Silvia: Entonces hay un gran problema, porque los museos los puede hacer, pone el dinero para hacer un museo, el estado o los particulares.

Marco: No sólo, también y es un tema polémico, los museos comunitarios que hay más de 160 en México, muy desvalorados y muy mingumiados, incluso por mi amigo Carlos Monsivais, que un día me dijo: ah! esos no son museos. Yo le diría no es cierto. A lo mejor no son el museo que Monsivais se espera o figura pero son un mecanismo en el que se han dado las comunidades para conservar la memoria y para confrontar sus retos. La mayoría de los museos comunitarios han surgido en comunidades que emigran y ante el riesgo del cambio que significa que una parte de su población se vaya a vivir a otro lugar y cambien sus costumbres y tatata… crean sus museos, para enseñárselos a los niños. Entonces, a ti no te importa si el mueso no es bonito, si el museo no tiene todas las medidas de seguridad, hasta del Museo de Antropología se han robado piezas. A mi lo que importa es el papel que juega en la comunidad y es tan valioso eso que me parece uno de los fenómenos mas importantes de la … Entonces no solamente hay esa opción, luego hay museos intermedios, que siendo, que no son, que los museos completos … tienen también sus problemas, tienen una visión localista, somos nosotros, pero hay ya experiencias de museos más, podremos decir más amplia con participación de la gente que recibe recursos del gobierno y también pueden recibir recursos privados. Yo creo que el problema está en la concepción, en la gestión del museo, para quién trabajas. Si tu le preguntas, te puedo asegurar, a treinta directores de museos de este país ¿tu para quién trabajas? la mayoría te va a decir para el gobierno. Y ese ejercicio yo, cuando trabajaba en los museos, dirigiendo museos se los hacia a mis trabajadores. ¿Ustedes para quién trabajan? Para el gobierno, Yo decía no. Ustedes trabajan para la gente, ustedes son servidores públicos, no trabajan para el gobierno, no trabajan para mi.

Raymundo: A fin de cuentas el salario sale de nuestros impuestos, entonces deben trabajar para mi.

Marco: Eso, eso es un asunto que hay recuperar. Que los que dirigen, el ser director de museo ya se volvió un asunto de cache, de aristocracia, de… de casta divina, de un tipo que tiene unas relaciones de poder. Eso, va haber que cambiar eso. Los directores que tienen otra actitud, inmediatamente se ve. El nuevo director del Museo de Historia Natural es un hombre que cree que esta haciendo un servicio publico y trabaja para eso y esta recuperando espacios públicos para la gente, quitándoselos a las empresas que estaban ahí en Chapultepec explotando el terreno de nosotros para sus negocios. Entonces, yo creo que si hay gente que quiere otra visión que tienen otra mirada. La otan…misma y la actitud que tiene con sus museos no tiene que ver con los museos de elite. Otros fenómenos que estamos viendo, yo creo que afortunadamente quedan no solo los museos comunitarios, que cuando al gobierno les conviene, dice que son de él, eso a mi toco aclarárselas a ellos, usted está contando mal, los museos del gobierno son los ciento cinco, que ni siquiera saben si son ciento, ciento seis, siento siete del INAH, los veintitantos que tienen entre Bellas Artes y otras Instituciones del Gobierno Federal, los estatales, los municipales, pero no los comunitarios. Los comunitarios son de la comunidad, y usted no se los puede adjudicar. Y a fin de cuentas todos son de la… Esas miradas y esa diferencia de pensamiento es lo que tiene que hacer, lo que va hacer crisis, ya no es posible que tengamos gerentes en los museos, una gente pensante que este actuando en favor de lo publico. Allí hay una crisis y eso va a hacer crisis en un momento dado.

Silvia: Bueno, por último, para no quitarte más tiempo. Si tu tuvieras que hacer un museo. cuáles serían sus funciones principales?, un museo de historia y ¿cuáles sus elementos más importantes?

Marco: Pues justamente este otro, el que decíamos, la función más importante de un museo de historia sería que la gente intervenga, que diga que ella es parte de la memoria y de la historia. Ya no solamente diseñar un espacio, puede estar muy bien diseñado y puede ser muy bello, sino generar dentro de la estructura del funcionamiento del museo la necesidad de abrirse a la gente, la necesidad de…, por ejemplo nosotros en varios proyectos estamos proponiendo hacer blogs al final de los museos, blogs donde la gente pueda interactuar y dar su opinión y los historiadores puedan enviar sus ultimas investigaciones y hacerlas publicas porque los libros los leemos unos cuantos pero los museos valen millones, entonces ese el tipo de mecanismo de participación son muy importantes. De artistas de la gente de los gremios de la sociedad, Entones, Hacer cajas fuertes, cajitas de cristal bonitas, es divertido, es padre, y a mi me gusta, pero no es realmente lo trascendente. Lo trascendente es la función social que va a cumplir el museo.

Raymundo: Ahora bien, dices que cientos, millones de personas vamos a los museos de una u otra forma. Cuando estamos en una etapa escolar las visitas son un tanto obligadas, el chico, el chico en ese momento no disfruta tanto la estancia en el museo porque es una obligación. ¿Cómo podemos romper con esto para el museo llame la atención del chico?

Marco: cuando… no dirija el sindicato de trabajadores de la educación y no tenga en sus manos la educación, cuando haya gente que en verdad piense la educación en este país y la ponga al servicio de la gente y no de los intereses de un partido, sindicatos, de una mafia de lo que sea. Mientra este así, no. Mientras la calidad sea vista en función de dinero, no, no va a funcionar. Yo he hablado con subsecretarios, me he sentado con ellos, con los que tienen que ver la relación con los museos, les hemos planteado enemil veces que no se pueden llevar a los niños. así como lleva a las escuelas. Hemos desarrollado programas donde el mueso, los maestros tienen que ir antes de la visita al museo para preparase, para evitar que le dejaran tarea a los niños, para cambiar… Son experimentos que hemos hecho. Claro que no, la tarea es antipedagógica. Hay ciudades que ya decretaron lo nulidad de la tarea.

Silvia: No resúmenes y no tarea, la tarea es totalmente antididáctica. Bélgica tiene un código penal que castiga al maestro que deja mucha tarea.

Marco: Lo hacíamos desde que yo estaba en servicios educativos en el MUNAL , con Cristina Pallares, cuando se creo el MUNAL, luego nos corrieron a todos porque éramos demasiado revoltosos y ahora esta el sindicato, entonces nos corrieron. Nosotros cuando llegaban los maestros les pedíamos dos cosas, una que se fueran a tomar un café, si no tenían dinero nosotros se los dábamos, y que en ese momento que no fueran en… Y el segundo, enfrente de los niños eh, que si les habían dejado tarea, en ese momento se cancelara y de todo el MUNAL que eran cientos de piezas íbamos a ver una y luego teníamos tal idea de creatividad con artistas que hoy son grandes artistas, Mario Núñez, Mario Rangel, Eloy Narciso, Yolanda Mora, este, en fin, son grandes artistas en nuestro país. Ellos eran con los que trabajábamos nosotros y recibíamos a los niños y dábamos la visita y luego hacíamos un taller con ellos. Un solo cuadro, una estructura y además al llegar al patio los hacíamos gritar, correr saltar, para que se deschongaran y estuvieran más… para divertirnos

Raymundo: Claro el museo no es un recinto de silencio, no es un recinto de silencio. La gente entramos a los museos, cállate, no hables, pero porque tengo que expresar lo que estoy sintiendo al ver tal o cual pieza, y eso es una limitante en el aprendizaje de los chicos.

Marco: Pues sí. Es muy serio, lo que están haciendo es vacunar a los niños para que no vuelvan a los museos. ¿Quieres ir a un museo? Hay guacala. Si, si es un problema. Pero mientras este esa gente este esta concepción de la educación vamos a tener que seguir, los museos, teniendo que experimentar para contener esa burocracia y que el niño goce la estancia en el museo. Pero no todos lo hacen.

Raymundo: Ahora también, la otra cuestión importante sería que para que también el museo cumpla con una función didáctica, nosotros como padres debemos influir en los niños para que aprecien las cosas que contiene un museo. Eso es definitorio.

Marco: Pues sí. El ámbito familiar y escolar si evidentemente determinan, pero también la calle, y hoy en día es muy difícil que la gente salga a la calle no, a convivir y a crecer en la calle, como lo hicimos nosotros. Yo recorría los parques también otras zonas de la ciudad y este, crecí en la calle, aprendí en la calle, me relacione y sufrí y me las vi negras, pero aprendí. Los niños ya no interactúan con nadie, los animales ya no les llaman la tensión, ya nada… Está grave porque…

Yo estuve en una escuela primaria que dirigía un anarquista, era la escuela Bartolomé Cossío y él la diseño con el método Freinet de las escuelas activas nosotros no teníamos tarea, no teníamos uniforme, ni uniforme, ni tarea, hacíamos investigación, preparábamos conferencias, hacíamos trabajo en equipo, este… Era una escuela en donde había libertad, cuando salimos de la escuela al mundo nos dimos unos golpazos no, pero nos dieron unas herramientas

Silvia: Tu tienes la herramientas pero, sales a un mundo que no es el que te esperabas.

Silvia: Marco, mil gracias, muchísimas gracias.


Silvia Cirett y Raymundo Casanova.

sábado, 19 de marzo de 2011

Eugenesia y puericultura. La higiene y la salud materno-infantil en el primer Congreso Mexicano del Niño de 1921.


Martha Román Villar.

Eugenesia y puericultura. La higiene y la salud materno-infantil en el primer Congreso Mexicano del Niño de 1921.[1]


Al iniciar la década de 1920, uno de los objetivos del primer gobierno surgido de la Revolución de 1910 fue resguardar la salud de la población, particularmente de las mujeres y los niños pobres de la ciudad de México, y uno de los ejes fundamentales del proyecto de reconstrucción nacional. Con el objeto de resarcir la pérdida de vidas ocurridas durante la gesta armada, disminuir los altos índices de mortalidad infantil, propiciar el crecimiento poblacional y perfilar al futuro ciudadano física y moralmente sano y útil para el Estado, la higiene y la protección de la salud materno-infantil fue puesta a debate entre los diversos sectores de la población. El Primer Congreso Mexicano del Niño, revestido de un carácter nacionalista, científico, filantrópico y moral fue el primer evento organizado en enero de 1921 con el fin de discutir los múltiples problemas que aquejaban a la infancia, así como la plataforma de lanzamiento de la eugenesia y la puericultura como las disciplinas que se ocuparían de atender la salud de este grupo social en particular.

En México, durante la década de 1920, médicos, el Estado y la opinión pública otorgaron gran importancia a la salud de la población, a la higiene, así como la salud materno- infantil, con particular énfasis en las áreas urbanas. La preocupación por la alta mortalidad infantil, un problema latente y generalizado durante el siglo XIX y que persistió durante el siglo XX, considerada asimismo como un factor que incidía en menoscabo del crecimiento poblacional fue un eje importante del proyecto de reconstrucción nacional.

No obstante a los avances contenidos en la bacteriología en las últimas décadas del siglo XIX, a partir de los cuales se legitimó la “ciencia de la higiene” como la nueva disciplina que mejoraría las condiciones sanitarias de la ciudad de México y a las propuestas y medidas de saneamiento que se implementaron en el Porfiriato, la mortalidad de los infantes lejos de disminuir se acentuó durante la fase armada de la Revolución Mexicana (1910-1920). Una vez concluida la gesta revolucionaria, el nuevo Estado fundamentado en la ciencia y la tecnología, en los avances que sobre higiene y protección materno- infantil se estaban implementando en el extranjero, así como ante el anhelo no solo de mejorar la constitución racial del mexicano sino de perfeccionarla, retomó algunas de las propuestas formuladas durante el Porfiriato sobre la materia buscando ser llevadas a la práctica en un contexto de legalidad y justicia social emanado de la Constitución de 1917.

Eugenesia y puericultura. Niños sanos, fuertes, bellos e inteligentes.

La eugenesia fue una disciplina que surgió en el continente europeo durante la segunda mitad del siglo XIX. Fue definida como la “ciencia del estudio de los mecanismos para lograr […] el perfeccionamiento de la especie humana” mediante la cual los “hombres de ciencia” tendrían la autoridad y los elementos suficientes para intervenir en aspectos relacionados con la reproducción de la especie De esta manera, la ciencia podría ser aplicada para engendrar una raza fuerte y sana como verdadero sustento de las naciones y un signo de progreso y modernidad.[2] Esta disciplina en la práctica fue matizada y adaptada a las diferentes realidades nacionales. La eugenesia denominada dura y negativa, adoptada por países anglosajones como Inglaterra, Alemania y los Estados Unidos, se enfocó particularmente a aspectos biológicos-raciales. Por otro lado, la eugenesia blanda y positiva adoptada por Francia, cuya influencia se hizo sentir en los países latinoamericanos, entre ellos México, pugnó por mejorar las condiciones ambientales, por la profilaxis social mediante la higiene y la educación, y la intervención del Estado para el establecimientos de campañas sanitarias y la formulación de políticas públicas para la protección materno-infantil. Por ello, la población se incrementaría en condiciones saludables y al mismo tiempo se corregirían vicios sociales como el alcoholismo y la prostitución.

Al iniciar la década de 1920, el Estado posrevolucionario inserto en un proceso de reconstitución política, de reconfiguración social y de incipiente institucionalización, situó a la eugenesia en un marco científico vinculada con la ideología revolucionaria, cuyos postulados buscaron ser aplicados a la realidad social. La creciente urbanización, la elevada mortalidad materna e infantil y la falta de un sistema de salud pública efectivo, dieron a la eugenesia y a la puericultura un carácter político, moral y racial. De esta manera, los niños, reverenciados como el futuro de la nación fueron puestos bajo la tutela del Estado, el cual se asumió como rector y guardián de la salud pública y el derecho de intervenir en la esfera pública y privada de la población.[3]

Puericultura y Eugenesia. Madres sanas, niños fuertes y vigorosos útiles al Estado.

La puericultura, una disciplina que emergió en Francia durante la segunda mitad del siglo XIX como una variante de la eugenesia, cuyos postulados provenientes tanto de la obstetricia como de la pediatría, llevaron a que se consolidara como una nueva rama científica para afrontar el fenómeno de la despoblación causada por las constantes endemias y epidemias.[4]

Uno de los partidarios de la eugenesia francesa fue el médico Adolfo Pinard, quien reelaboró la eugenesia inglesa y la tradujo en puericultura. Como ya se mencionó antes, la puericultura, con estrechos vínculos con la eugenesia se dirigió a lo social persistiendo los conceptos de regeneración y mejoramiento de la raza. Este médico, preocupado también por los aspectos genéticos planteó que el cuidado de los niños debía iniciarse desde antes del nacimiento con la atención de los progenitores, particularmente con la madre.[5]

En México, a principios del siglo XX y siguiendo los postulados de la puericultura francesa la salud del niño fue vinculada con la de la madre. Se pensaba que una de las maneras para tratar de disminuir la mortalidad infantil -con sus efectos inherentes al crecimiento poblacional- era atendiendo a la madre en el periodo prenatal. Sin embargo, no fue sino hasta la década de 1920 cuando la puericultura cobró un fuerte impulso en la fase natal y posnatal como un elemento importante del proyecto de reconstrucción nacional.

Con el fin de asegurar una descendencia sana, fuerte, vigorosa y útil al Estado, la puericultura formó parte de la utopía nacionalista revolucionaria, moralizadora y civilizatoria. Ésta disciplina teórica hasta ese momento pretendió llevarse a la práctica. El alto número de muertes maternas y de infantes causadas por lo que se consideraba una nula vigilancia del embarazo, la presencia de sífilis materna, las inadecuadas condiciones en que se atendía el parto, así como debido a problemas gastrointestinales y respiratorios que afectaban a los niños y a la falta de higiene de las habitaciones, propició la difusión y enseñanza de la puericultura entre las madres y futuras madres.[6]

La higiene y la salud materno-infantil en el Primer Congreso Mexicano del Niño de 1921.

El primer Congreso Mexicano del Niño fue celebrado en la ciudad de México durante la semana del 2 al 9 de enero de 1921 organizado por el ingeniero Félix F. Palavicini, director del periódico El Universal. Su objetivo fue analizar y discutir los múltiples problemas que aquejaban a la infancia y en proponer medidas prácticas para mejorar la salud materno-infantil. Fue inaugurado por el licenciado José Vasconcelos en el anfiteatro de la Escuela Nacional Preparatoria. En él se reunieron representantes de agrupaciones científicas, delegados del gobierno de los sectores sanitario y educativo, representantes de asociaciones privadas, así como particulares interesados en esta temática.[7]

El Congreso Mexicano del Niño condensó una retórica revolucionaria fundamentada en la ciencia, en el cual el niño –futuro ciudadano- fue el foco y motivo de discusión, así como la plataforma de lanzamiento de la eugenesia- puericultura. En este evento, considerado como un santuario científico, los términos degeneración, regeneración y mejoramiento de la raza se hicieron patentes en la Sección de Eugenesia, una de las siete secciones que integraron el Congreso, y desde el cual se presentaron 86 propuestas con la idea de darles un sustento científico y legal antes de ser llevadas a la práctica.[8] En su discurso de presentación, Palavicini exaltó la importancia de la higiene debido a que con ella se podría forjar un pueblo, además de bello, sano y valeroso. Por otro lado, el licenciado Ramos Pedrueza, encargado de la Sección Jurídica, consideró que la protección de los niños, particularmente los de la calle, abandonados o alojados en los hospicios debía verse como un signo de evolución y progreso de los pueblos así como un tipo de apostolado y cruzada moralizadora en nombre de la patria y de la raza.[9] Se insistió en la necesidad de incrementar el número de habitantes debido a que la falta de población podría convertirse en un problema que afectara al desarrollo del país. Asimismo, se concibió la idea de esterilizar a los criminales y a los degenerados, de tal manera que el niño que naciera fuera el nuevo ciudadano que requería la patria, buscando que éste a futuro no se convirtiera en un nuevo criminal.[10]


[1] Este trabajo es parte de uno de los subtemas abordados en el capítulo 2 de mi tesis de Maestría en Historia titulada Instituciones médicas, educación higiénica y puericultura en la ciudad de México, 1876-1930, 2010, y se puede consultar en la Universidad Nacional Autónoma de México.

[2] Francis Galton, citado en Martha Saade, El cultivo racional del pueblo. La Sociedad Mexicana de Eugenesia, 1931-1935, Tesis de maestría en Historia y Etnohistoria, México, Escuela Nacional de Antropología e Historia, 2002, p.13. Etimológicamente el término eugenesia viene de eu que significa bien y génesis que significa engendramiento. Summa Diccionario de la Lengua Española, Barcelona, Océano, 1999, p.434. Otra definición de eugenesia la señala como el estudio y aplicación de las leyes de la genética para el perfeccionamiento de la especie humana favoreciendo la aparición de determinados caracteres o eliminando las enfermedades hereditarias, Diccionario Abreviado del Español Actual, Manuel Seco, Madrid, 2000, p.773.

[3] Beatriz Urías Horcasitas, “Eugenesia e ideas sobre las razas en México 1930-1950” en Historia y Grafía, México, Universidad Iberoamericana, no.17, 2001, p. 172. Cfr. de la misma autora, Historias secretas del racimo en México 1920 1950, México, Tusquets Editores, 2007, p. 105, 107. Cfr. también a Patience A. Schell, “Nationalizing Children through School and Hygiene: Porfirian and Revolutionary Mexico City”, The Americas, April 2004, p. 565.

[4] La puericultura es definida como el conjunto de reglas y cuidados para el mejor desarrollo físico y moral de los niños durante su primera infancia. Diccionario abreviado del español actual, Manuel Seco, Madrid, 2000 p.1465. Etimológicamente el término puericultura proviene del latín puer- niño y cultura- cultivo, que sería la ciencia que trata del sano desarrollo del niño. Suma Diccionario de la Lengua Española, Barcelona, Editorial Océano, 1999, p. 805.

[5] Pinard publicó en 1904 La Puericulture du premier age, obra que fue traducida en México y fungió como libro de texto en las escuelas primarias oficiales. Este médico fue señalado como el impulsor de la atención moderna del parto con la enseñanza práctica de la puericultura prenatal en hospitales y maternidades franceses. En el ámbito obstétrico hasta un pasado reciente se utilizaba en México un estetoscopio denominado Pinard para escuchar los latidos fetales.

[6] De acuerdo al censo de 1921, el país contaba con 14 242 852 habitantes contra 15 160 369 en 1910, es decir hubo una disminución de 918 517 habitantes. Para el caso de la mortalidad infantil en el Distrito Federal, en 1922 era de 16 422 con respecto a 61 523 que correspondía a la mortalidad general, es decir, poco más del 25 %. Por otro lado, se registraron 657 niños nacidos muertos, siendo la sífilis, el nacimiento prematuro, diversas causas no especificadas y otras enfermedades de la madre las principales causas de muerte intrauterina y al momento del nacimiento. Boletín del Departamento de la Estadística Nacional, 2ª época, Año 1, mayo de 1924, no. 11, Estadística Nacional, Revista quincenal, Órgano del Departamento de Estadística Nacional, no.10, 31 de mayo de 1925, p. 5, 9 y el no. 20 del 31 de octubre de 1925, p.7.

[7]Todas las agrupaciones científicas y las dependencias educativas y sanitarias del Gobierno representadas”, El Universal, 3 de enero de 1921.

[8] El total de las ponencias pueden consultarse en las Memorias del primer Congreso Mexicano del Niño.

[9] Antonio Ramos Pedrueza “Reunión por iniciativa individual sin la protección el Estado” en El Universal, 3 de enero de 1921.

[10] Rafael López, “El Congreso el Niño”, Hebdomario de El Universal, 9 de enero de 1921, p.3.

sábado, 12 de marzo de 2011

La higiene y la salud - materno infantil en la ciudad de México durante la primera Semana del Niño de 1921

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Martha Román Villar.

Durante la década de 1920, la protección de la infancia, particularmente en lo que se refiere a la salud física y mental de los niños, fue parte de un movimiento internacional surgido en el continente europeo y generalizado al resto de los países a raíz de la primera Guerra Mundial. En México, en un contexto de marcado nacionalismo, solidaridad y redención social, los gobiernos surgidos de la Revolución Mexicana (1910-1920) sustentados en los ideales de justicia social plasmados en la Constitución de 1917, buscaron llevar a la práctica esas medidas mediante la difusión masiva de los principios básicos de la higiene. Una de las primeras acciones emprendidas fue la primera Semana del Niño, organizada en la ciudad de México del 11 al 17 de septiembre de 1921 para conmemorar el primer Centenario de la Consumación de la Independencia, y cuyo objetivo fue inculcar entre las mujeres y los niños pobres de la capital la adopción de hábitos higiénicos, así como interesar a los sectores de clases medias y altas por la protección de los infantes.

Al iniciar la década de 1920, médicos, el Estado y la opinión pública otorgaron gran importancia a la salud de la población, particularmente en lo que se refiere a la higiene y a la salud materno- infantil de las áreas urbanas. La preocupación por la alta mortalidad infantil, un problema latente y generalizado durante el siglo XIX y que persistió durante el siglo XX, considerada asimismo como un factor que incidía en menoscabo del crecimiento poblacional fue un eje importante del proyecto de reconstrucción y modernización del país.

Al concluir la fase armada, el nuevo Estado, situado en un proceso de desarrollo capitalista, moderno y civilizador y al mismo tiempo de restructuración política, económica y social, buscó proveerse de individuos sanos, fuertes, vigorosos y aptos para el trabajo que contribuyeran al progreso de país, asimismo, combatir prácticas que se decían nocivas y que representaban un obstáculo para el consabido progreso como eran la inadecuada atención del embarazo y del parto proporcionada por comadronas. En este sentido, inculcar hábitos higiénicos entre la población, concretamente entre las mujeres y los niños de condición socioeconómica baja, fueron aspectos relevantes en el nuevo proyecto de nación.

Estos buenos deseos aparentemente aislados tuvieron gran paralelismo con lo que acontecía en el ámbito internacional. El interés por la protección de los niños y de sus madres, aunque fue esbozado durante el siglo XIX, no fue sino hasta después de la Primera Guerra Mundial cuando se tendió al “florecimiento y la internacionalización de los proyectos pro-infancia” buscando difundir entre los países los avances que en materia de higiene y salud materno-infantil existían, y que fueron adaptados de manera particular al contexto nacional.[1]

Si bien la Constitución de 1917 proveyó el marco legal para normar la salud pública del país y estipuló la protección de la madre trabajadora[2], fue a inicios de la década de 1920 cuando el Estado, revestido de un impulso nacionalista y en vía de institucionalización pretendió llevar a la práctica los principios de justicia social contenidos en la Carta Magna. Sin embargo, debido a la inestabilidad política que aún existía, a la falta de instituciones sanitarias y al precario erario público, las madres, señaladas como las principales responsables de la salud y el cuidado de sus hijos, serían quienes se encargarían de este rubro.[3]

Ante la necesidad de legitimar el nuevo Estado, de resarcir la pérdida de vidas ocasionadas durante la contienda revolucionaria, así como del anhelo de reducir los persistentes índices de mortalidad infantil agravados por el surgimiento de enfermedades endémicas y epidémicas, fue impulsada una empresa de higienización colectiva en la capital.[4] Entre las primeras acciones promovidas por el Departamento de Salubridad Pública (DSP), un organismo que se creó en 1918 para sustituir al Consejo Superior de Salubridad porfiriano, fue la educación de las madres y los niños en materia de higiene. De acuerdo con el doctor Gabriel M. Malda, jefe del DSP de 1920 a 1924, la higiene requería ser ubicada a la altura de los países civilizados “a base de ciencia, aptitud y moralidad”, situando los intereses nacionales sobre los particulares.[5]

Según el censo de 1921, el país contaba con 14 242 852 habitantes contra 15 160 369 en 1910. Es decir, hubo una disminución de poco menos de un millón de habitantes. Con respecto a la mortalidad infantil, ésta fue atribuida a la falta de hábitos higiénicos durante la fase pre y posnatal y natal, así como a la ignorancia de las madres en el cuidado y crianza de los hijos durante los primeros dos años de vida, particularmente en lo que se refiere a su alimentación. Por tanto, había que educar, civilizar y enseñar a vivir a la población “como es debido”, en especial a las madres y futuras madres.[6]

De esta manera, la Semana del Niño inauguró una intensa campaña de propaganda y educación higiénica desplegada en la ciudad de México- después extendida al ámbito nacional durante las siguientes décadas- dirigida a las mujeres y a los niños de todas las clases sociales, con particular énfasis en los de condición socioeconómica y cultural baja, mediante una gama de instrucciones y consejos precisos sobre higiene, crianza y cuidado de los niños. Con ello se esperaba que las madres y futuras madres pudieran asumir su “más sagrado deber” que les confería la sociedad.[7]

Martha Román Villar.

Licenciada y Maestra en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, Sistema Universidad Abierta.

Trabajadora Social a nivel técnico por la Escuela de Trabajo Social del Nacional Monte de Piedad.

Miembro de la Asociación Civil de Historiadores Mexicanos Palabra de Clío A.C.



[1] Susana Luisa Sosenski Correa, El trabajo infantil en la ciudad de México, 1920-1934, Tesis de doctor en Historia, México, El Colegio de México, 2008, p. 28.

[2] Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, México, Imprenta de la Secretaría de Gobernación, 1917. Título sexto. Del Trabajo y de la Previsión Social. Artículo 123, fracciones II, V y XV, p. 93, 94, 97.

[3] Ricardo Pérez Montfort, Estampas del nacionalismo mexicano. Ensayos sobre cultura popular y nacionalismo, México, CIESAS, 1994. Cfr. al mismo autor en Avatares del nacionalismo cultural, México, CIDHEM-CIESAS, 2000.

[4] Claudia Agostoni, “Las mensajeras de la salud. Enfermeras visitadoras en la ciudad de México durante la década de los 1920”, en Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, Instituto de Investigaciones Históricas, Universidad Nacional Autónoma de México, no. 33, enero- junio de 1007, p. 89.

[5]Gabriel M. Malda, Presentación del Boletín del Departamento de Salubridad Pública, 2ª época, Tomo 1, México, enero-junio de 1921, no. del 1-6.

[6]Adalberto Santín, “Algunas consideraciones sobre el Código Sanitario”, en Boletín del Departamento de Salubridad Pública, 2ª. Época, Tomo I, números del 7 al 12, julio- diciembre de 1921, p. 237.

[7] “The Noblest Profession, “1890-1920” en Rima D. Apple, Mothers and Medicine A Social History Infante Feeding, 1890-1950, The University of Wisconsin Pres, 1987, p. 97. Véase también de la misma autora Contructing Mothers: Scientific Motherhood in the Nineteenth and Twenty centuries, England, The Society for the Social History of Medicine, The Oxford University Press, 1995, p.165

a. Grabado Elvira Gascón 1947.